O escudo de Aquiles, todo banhado
Na existência de Heitor, e com afronta
De Grécia e Ásia, foi mal ofertado
A Ulisses, por varão de maior conta,
Sobre o sepulcro de Ajax fora achado;
Que Ulisses, despontado-se tormenta,
Entre as outras roupas tinha-o lançado
No mar, para deixar a nave isenta.
Alguém, visto o novo acontecimento,
Disse, quiçá movido em consciência:
"Oh juiz sem razão nem fundamento!
Que o cógnito erro dessa imprudência
Veja a cega Fortuna, o cego vento,
E o insensato mar remende a sentença."
Diego Hurtado Mendoza: "El escudo de Aquiles, que bañado"
El escudo de Aquiles, que bañado
En la sangre de Héctor, con afrenta
De Grecia y Asia, fué mal entregado
A Ulises, por varon de mayor cuenta,
Sobre el sepulcro de Ayax fué hallado;
Que Ulises, levantándose tormenta,
Entre las otras ropas lo habia echado
En la mar, por dejar la nave exenta.
Alguno, visto el nuevo acaecimiento,
Dijo, quizá movido en su conciencia:
"¡Oh juez sin razon ni fundamento!
Que el conocido error de tu imprudencia
Vean la ciega fortuna y ciego viento,
Y el loco mar enmiende la sentencia."
MENDOZA, Diego Hurtado de. Poesía completa. Edición, introducción y notas de José Ignacio Díez Fernández. Barcelona: Planeta, 1989, p. 81.
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