terça-feira, 20 de março de 2012

Federico García Lorca: "Canción Otoñal"

"Canción Otoñal" - Federico García Lorca


Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.

Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?

¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?

¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?

¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.


"Canção outonal"
(Tradução de Adriano Nunes)


Sinto hoje no coração
um vago tremor de estrelas,
mas minha senda se perde
no âmago daquela névoa.
A luz me esfacela as asas
e a dor de minha tristeza
vai molhando as tais lembranças
no manancial da ideia.

Todas as rosas são brancas,
tão brancas quão minha pena,
e não são as rosas brancas
porque nevou sobre elas.
Antes tiveram o íris.
Também sobre a alma neva.
A neve da alma tem
flocos de beijos e cenas
que se fundiram na sombra
ou na luz de quem as pensa.

A neve some das rosas,
porém a da alma fica
e a garra de todos anos
faz um sudário com elas.

Descongelará tal neve
quando a morte nos levar?
Ou pós virá outra neve
e outras rosas mais perfeitas?
Haverá paz entre nós
como Cristo nos ensina?
Ou nunca será possível
a solução do problema?

E se o amor só nos engana?
Quem a vida nos alenta
se o crepúsculo nos funde
na verdadeira ciência
do Bem que quiçá não há,
e do mal que pulsa perto?

Se essa esperança se apaga
e a Babel se principia,
que tocha iluminará
os caminhos sobre a Terra?

Se o azul é uma ilusão,
o que será da inocência?
que será do coração
se o amor não possui mais flechas?

E se a morte é mesmo morte,
o que será dos poetas
e as coisas adormecidas
que já ninguém as recorda?
Oh sol dessas esperanças!
Água clara! Lua nova!
Os corações dos meninos!
Almas rústicas das pedras!
Já sinto no coração
um vago tremor de estrelas
e todas as rosas são
tão brancas quão minha pena.




In: "Poesía Completa". Ed. Delbosillo.

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